miércoles, 19 de marzo de 2014

Jesús Cárdenas: Notas de un acorde ante sus versos


Samuel P. Huntington afirmaba que El silencio; el silencio brama como un estruendo en mi mente, y justamente con esta cita se abre el nuevo poemario del sevillano Jesús Cárdenas que acaba de llegar a las librerías y que con el sugerente título de DESPUÉS DE LA MÚSICA (Editorial Cuadernos del Laberinto. Madrid, 2014) nos hacer ver, sentir y transfigurarnos en lo que queda tras la eclosión de un adagio de belleza, lo que se derrama cuando ya no queda vino en la copa y los recuerdos de una tarde frente al mar. El poeta sabe que la escritura es un proceso a largo plazo, que es necesario reposar las emociones para poder plasmarlas debidamente ordenadas y con significado.

Leyendo este nuevo poemario de Jesús Cárdenas, es inevitable recordar al gran sevillano universal, Gustavo Adolfo Bécquer que en Cartas literarias a una mujer plasmaba su método de escritura: “Yo no niego que suceda así. Yo no niego nada, pero por lo que a mí toca, puedo asegurarte que cuando siento no escribo. Guardo, sí, en mi cerebro escritas, como en un libro misterioso, las impresiones que han dejado en él su huella al pasar; estas ligeras y ardientes, hijas de la sensación, duermen allí agrupadas en el fondo de mi memoria, hasta el instante en que, puro, tranquilo, sereno, y revestido, por decirlo así, de un poder sobrenatural, mi espíritu las evoca, y tienden sus alas trasparentes que bullen con un zumbido extraño, y cruzan otra vez a mis ojos como en una visión luminosa y magnífica.” DESPUÉS DE LA MÚSICA es un reflejo de las vibraciones tras los sentimientos, de esa mano de nieve que inicia las primeras notas, es la esencia de unos poemas bien pensados y bien tejidos que el lector agradece ante la zafiedad reinante.

Jesús Cárdenas se nos muestra como un poeta valiente y sincero, un escritor con oficio y un universo que no es sino un resumen de la vida.

HIC ET NUNC
En esta hora en que escribo
alguien lee lo que acaricié un día;
mis ojos pronuncian lo mismo
que dijeron mis labios con asombro,
que perplejas fijaron con mis manos
al fluir con sílabas y distancia
colocando el acento como hago yo
como si fuera barca a la deriva.

El viento hasta ti me habrá de llevar
salvando las distancias.

Muchos no nos entienden.
Aquí, no soy el único,
aquí, luz inmortal, río perenne,

me nombran en silencio
como perdido entre la niebla,
tal vez, tú me consueles
ahora que me lees, me pronuncias.

Este ahora nos une en estos versos.


Editorial Cuadernos del Laberinto • Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, nº 34
Prólogo: ENRIQUE GRACIA TRINIDAD
I.S.B.N: 978-84-941902-7-8 • 88 páginas • 10 €


EL AUTOR: JESÚS CÁRDENAS (Sevilla, 1973)
Profesor de Lengua Castellana y Literatura, ensayista y poeta.
Ha publicado los siguientes poemarios Algunos arraigos me vienen (Diputación Provincial de Sevilla, 2005), La luz de entre los cipreses (Sevilla, Ediciones en Huida, 2012), Mudanzas de lo azul (Madrid, Vitruvio, 2013); y ha participado en diversas antologías.

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